sábado, 21 de diciembre de 2013

Discurso de Navidad de su majestad Frank Meadows



Estimados ciudadanos y ciudadanas de Pooltron City:

Son estas unas fechas especiales en las que en mi condición de alcalde de la ciudad debo dirigir unas palabras a todos y todas los y las habitantes de nuestra querida ciudad.
Sin duda, son muchos y muchas de ustedes, queridos lectores y queridas lectoras, los y las que me conocerán de otros relatos e historias. Otros y otras habrán oído hablar de mi persona y me mencionarán con mal disimulado fastidio ante la habitual y abusiva cita con las arcas municipales, las eventuales y arbitrarias notificaciones judiciales y los muchos desencuentros con la incompetente y sorda administración municipal que yo dirijo.

Sin embargo, en estas fechas, mi pequeño corazón se retuerce y gime agonizante asediado por muchos y buenos sentimientos que hacen que me sienta más cerca de vosotrosy vosotras, estimados y estimadas lectores y lectoras.

Sé que en estos momentos muchos de vosotros y vosotras, plebe e inmundicia general que habita las malolientes calles de Pooltron City, os estáis agarrando con fuerza a la silla. Estáis esperando grises noticias que os exigirán vaciar vuestros bolsillos y vuestras carteras para satisfacer las demandas municipales. Bien... esto es cierto. Vamos a exigir nuevos y mayores sacrificios. Sin embargo, pido toda vuestra comprensión ante un nuevo año de austeridad. Nos duele con todo corazón el cierre de determinados servicios esenciales y el aumento de impuestos municipales. Pero creo expresar la opinión generalizada de toda la ciudadanía cuando justifico estas nuevas medidas de contención. El equipo de gobierno municipal se ha visto obligado a tomar, una vez más, nuevas decisiones impopulares, pero totalmente necesarias y obligadas por una coyuntura desfavorable de crecimiento ralentizado.

Las necesidades municipales se han incrementado de forma exponencial. Durante las anteriores legislaturas, las partidas destinadas al mantenimiento de la representación municipal se habían mantenido en una dinámica estable de contención. Mi querida esposa, la señora Ruth Coiffeur, ha establecido unos niveles de exigencia mínimamente aceptables y, lo más importante, estables. Sin embargo, la reciente contratación de una nueva y exuberante secretaria ha supuesto un aumento considerable en la partida presupuestaria destinada al capítulo de "Matrimonios, amantes y demás devaneos de la oficina de la Alcaldía". Por último, y derivado de un ciclo regresivo que ha supuesto un notable descenso de mi popularidad, el capítulo correspondiente a "Escoltas, protección y matones varios al servicio personal del señor alcalde y su protección" exige un esfuerzo creciente y proporcional de inversión financiera.

Espero, por tanto, estimados y estimadas lectores y lectoras, que alaben la sinceridad y la transparencia de mi gestión. Comprendo lo impopular de las medidas adoptadas por mi equipo de gobierno. Pero pido la complacencia de vosotros y vosotras, lectores y lectoras, ciudadanos y ciudadanas, y votantes en última instancia. Al fin y al cabo, todos y cada uno de vosotros y vosotras, tomaríais la misma decisión en mi situación. Yo robo diez porque puedo robar diez; vosotros sólo robáis uno porque es lo único que podéis robar. Mientras tanto, mientras lleno mis bolsillos con vuestro sufrido dinero, os dejo entregados a los placeres mundanos que silencian vuestras bocas y ciegan vuestros ojos, que os apoltronan en el sillón mientras difrutáis de estas hermosas fiestas regadas con sidra barata y amenizadas por marisco congelado de baja calidad (en el mejor de los casos los más afortunados y afortunadas).

Feliz Navidad a todos y cada uno de vosotros.

Con todo mi afecto y cariño, el alcalde de todos y todas vosotros y vosotras, Frank Meadows.

Luis Pérez Armiño

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