Futuro incierto

El futuro próximo de España pende de un hilo. Nos encontramos ante una curiosa y alarmante tesitura. Ya se ha dejado claro que ante la opción de dar prioridad a los bancos o a la población, se va a conceder el privilegio a los primeros y esta decisión complica en sumo grado el futuro de España. Si se inyecta liquidez a los bancos, España se va a ver obligada a pedir un rescate financiero a Europa y ese rescate, que no es ni más ni menos que un descomunal crédito con sus intereses, vamos a estar pagándolo todos durante décadas. Esto supone que la política de no gastar más de lo que tenemos del PP fracasará estrepitosamente y todo por la obstinación de rescatar a los bancos, injusto premio a la gestión financiera de nuestro país

Si no fuera por la gravísima situación de liquidez de las entidades bancarias, el encargado de inyectar dinero a bancos y cajas es el FROB, Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, fundado para tal fin. El 75% de los fondos del FROB provienen de las arcas públicas y el 25% restante de los fondos de garantía de depósitos de las entidades financieras. El problema radica en la pésima situación por la que pasan los bancos y cajas, cuyo origen está en el boom inmobiliario y la concesión de hipotecas de forma irracional, entre otras muchas cuestiones. Ante el derrumbe de Bankia han saltado todas las alarmas, puesto que el FROB no posee ni la mitad de los recursos que necesita esta entidad para ser saneada. Y esto solo ha sido la punta del iceberg, pues Bankia es el primero de una larga lista de bancos con dificultades y que no tardarán en solicitar ayuda. La situación se agrava con un par de nombres que engrosan esa lista, el Santander y el BBVA, dos de los bancos más poderosos del mundo. Así que podemos imaginarnos de que calibre serán las ayudas que necesiten.

Ante toda esta enmarañada adversidad se ha abierto una puerta a la esperanza. No se descarta que el Banco Central Europeo inyecte capital a las entidades en situación de riesgo. Esto sería lo más lógico, pues de esta forma serían los propios bancos quienes pagasen los intereses del préstamo y no hay que olvidar que lo hacen a un rédito mucho más bajo. Pero la situación sigue siendo muy incómoda. No tenemos poder de decisión y dependemos de terceros para desvelar nuestro futuro. Es indignante que sea en Bruselas, o mejor dicho en Berlín, donde se tomen las decisiones que nos salven o nos catapulten directamente al abismo.

Tenemos en España un escenario político y económico enrarecido y bajo mi punto de vista muy mal gestionado. El Gobierno va a apoyar a los bancos y lo va a hacer pasando por encima de todos los españoles. Esto quiere decir que si el Banco Central Europeo al final no inyecta capital a la banca española, será la propia España la que tenga que ser rescatada y ese rescate lo vamos a pagar todos nosotros ¿De qué nos ha servido entonces tanto recorte?, si al final vamos a terminar en el pozo negro.