martes, 5 de junio de 2012

Yo contra mí


Si por imaginar, me viese preso en un mundo esclavo,
prefiero, sin miedo y sin dudarlo, que me ampare la muerte,
pues en lo tocante a esa gran utopía llamada libertad,
no existe discurso posible, sentirlo es algo en mí inherente

Puede que por soñador me tomen, mas lícito es serlo,
peor condena hallaría en asesinar todas las ilusiones,
sacrificando con horrenda y macabra alevosía el alma,
convirtiéndome en un cadáver carente de pasiones

No hay condena más indigna que la traición a sí mismo,
además de traidor te conviertes en tú propio proscrito
y por más que busques con ahínco la ansiada redención
al final la lucha será vana, no hay descaso a tal delito

Es así que lucho día a día por ser fiel a mis instintos,
pues certeros o equívocos garantizan mi entereza,
evitando las tentaciones de este mundo perverso,
solo así, ganando la eterna lucha, obtendré grandeza  

Deseo ser libre para soñar, sentir y amar
y quizás lo sea, pero la brutalidad no me deja pensar 

2 comentarios:

  1. Cuantos nos pasa lo mismo y hemos continuamente de luchar en este barrizal llamado sociedad

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  2. Hacía tiempo que no nos deleitabas con un buen verso. Gracias.

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