lunes, 25 de junio de 2012

Demócratas subterfugios


¿Qué es la Constitución? Esta es una pregunta complicada o sencilla dependiendo de a quien se la realices. Si es a un español normal y corriente te la puede citar de memoria o simplemente conocerla por encima, pero en ambos casos ninguno conocerá la verdadera naturaleza de la misma, su auténtica esencia. Si por el contrario la pregunta va dirigida a un militante del Partido Popular lo normal es que no tenga ni remota idea del contenido de la Constitución, pero lo que es seguro es que la conoce mejor que nadie y por ello que nunca te contestará con sinceridad. Para dichos sujetos la Constitución es un montón de “papelajos” que dicen cosas raras e ininteligibles pero que otorga la potestad de hacer lo que a uno le viene en gana. Independientemente de como sea la gestión realizada en el Gobierno, los militantes del Partido Popular saben que van a seguir recibiendo el apoyo de un gran sector de la sociedad en las siguientes elecciones, o dicho de otra forma, les van a seguir votando. Esto si es conocer la Constitución.

Una de las pocas obligaciones que tiene el Gobierno es la de dar explicaciones a todos los españoles durante el debate sobre el estado de la nación y este año no le da la real gana de hacerlo a Mariano Rajoy y no se va a hacer, ¡así de simple! Supongo que a pesar de ese discurso triunfalista que emiten para justificar cada una de las burradas que están haciendo, y que pagamos todos, no tienen mucha intención de someterse al tercer grado. No se van a “meter en la boca del lobo”, donde corren el riesgo de tener que reconocer las verdaderas consecuencias que traerá consigo la genial política de salvar el sistema neoliberal a toda costa.

Yo es que tengo el concepto democrático transgredido. Vamos a ver si me aclaro. En nuestra democracia se puede multar, aporrear y detener a quienes manifiestan su opinión. Se puede llenar toda una ciudad de cámaras de vigilancia para mantener el orden. El Gobierno puede saltarse las reglas para ocultar información y así no justificar sus actuaciones. Se puede ir a una guerra en la que no pintamos nada y en contra de la voluntad del 88% de la población. Se puede disponer del capital público para sostener a quienes más daño han hecho a los españoles. En definitiva, se permite expoliar, humillar y degradar al soberano de la Nación, que es el pueblo. Pues van a tener razón y esto es la Democracia, la que premia a inútiles, vagos, oportunistas, traidores, etc., con votos y cargos reelectos. Es así de triste, hagan lo que hagan los españoles seguiremos en este puñetero sistema neoliberal que tanto defienden PP-PSOE, porque en las siguientes elecciones, que a nadie le quepa duda, se volverá a votar y se votará a los mismos. Pero luego nos quejamos.


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