miércoles, 25 de enero de 2012

El cisne feo

Soy el pavo real con las plumas más hermosas, pero no me acaban de gustar. Soy rico, guapo y joven, pero mi vida está vacía y no acabo de encontrarme a gusto. ¡Necesito estar mejor!, ¡soy un adicto a la moda!

No hay mayor masacre que la que ejerce la moda con sus adeptos, a los que va absorbiendo la vitalidad hasta neutralizarlos. Fantasmas en busca de trapos y zapatos, colgados del fitness y adoradores de la soja, un enorme negocio que sostienen el “aparente y el facsímile”. Es la tiranía de la moda en su vertiente más cruel, castigando a su masa. ¿Te quieres ver tan guapo cómo los famosos?, prepárate a sufrir como lo hacen ellos, y mucho más, eso si no te quedas antes por el camino.

La sociedad marca su propia selección natural creando una serie de pautas que todos debemos de seguir. Los sobrantes pasamos a ser marginados, el grupo secundario de los feos, los gordos, los fumadores, los que hacen puentes con palillos, los que no tienen un mercedes, o cualquier otra majadería. Estar en la élite del glamour es el trabajo más duro que existe, ya que te condena a entrar en un juego absurdo y sin salida, que sin duda va atentar contra tu bolsillo y seguramente contra tu salud. Siempre va a haber alguien más guapo, o con más dinero o con mejor tipo, dicho esto…

El mundo de la moda atiende a varios estímulos variables, factores dinámicos y un sinfín de entresijos y curiosidades que no llego a entender muy bien cual es su objetivo final, como la manía de transformar la boca en hocico, por medio del botox. Pero todo este complejo mundo está sostenido por una base muy sencilla, el dinero. El dinero tiene el poder de disfrazar a las personas, pero el hábito no hace al monje, si le quitas las plumas a un pavo real te queda un pajarraco lampiño, feo y arrugado. No hay dinero que te haga ser mejor, solo hay dinero que te hace parecer mejor.

En lugar de tanta superficialidad lo que tendría que haber es una psicosis colectiva, similar a la que se vive en la moda y la belleza, por ser mejores personas. Pero intentar ser mejor persona, paradojicamente, parece más difícil que transformar el envoltorio de uno por completo. Puedes ser odiado por todo el mundo, pero con traje de Victorio y Lucchino, y ya se sabe, ande yo elegante... ¿No es más fácil buscar el bien de otro ser humano, que acercarse a la ciencia ficción, con un cambio de imagen? ¿No es más fácil ayudar a la gente que intentar borrar lo que ya está escrito? Pues no, la tierra está llena de diablos, eso sí, que visten de Prada.

Déjate de tonterías, acéptate y ponte guapo/a dentro de tus limitaciones, que no vas a ser nunca ni George Clooney, ni Charlize Theron. Solo si entras en ese villano cosmos de apariencias serás juzgado. En ese universo tu cara sería fuente de inspiración de Jim Henson y tu cuerpo lo que se ha estado buscando desde hace años en el Proyecto Setti. Gastarás la intemerata en productos para encalarte el rostro y te irás al gimnasio una hora diaria a que te pongan a bailar esas mantecas que empiezas a plantearte pasar por cuchillo. ¿Para qué? Cuando pierdas esos kilos, te aumenten los pechos y te operes la nariz, en ese momento te darás cuenta que acabas de empezar, querrás más y más y nunca te verás bien. Ahórrate tanto sufrimiento, si en el mejor de los casos acabarás siendo una mala imitación. Por lo menos ahora te tienes en exclusividad.

Cremas, bisturíes, máquinas infernales que destrozan articulaciones, toxinas. Yo vi una cosa parecida en una exposición de la edad media, solo que tenían nombres diferentes tales como: potro, aplastacabezas, el péndulo o la cuna de Judas. La única forma de sentirse a gusto es aceptarse a si mismo, disfrutar de la vida y no torturarse con ser la más guapa, la que mejor cuerpo tiene y la que va mejor vestida.

Por alusión directa a la delgadez, uno de los sectores que se han visto más “influidos” por los cánones de belleza es la alimentación. Como por arte de birlibirloque aparecen alimentos que tienen inmunitas, ácidos omegas y otras historias que son buenas para no sé que cosa. Lo mejor de todo es que puedes comerte un caldero entero porque, sabéis que… ¡no engordan!, ¿cómo no se nos había ocurrido antes?, alimentos que no alimentan.

Todavía, sobre el “mundo light” se puede ironizar. No es tan risible la repercusión que ha tenido en la sociedad el modelo de belleza actual de chicas cadavéricas que desaparecen al ponerse de perfil. Esto ha repercutido en muchas jovencitas, jovencitos y no tan jovencitas y jovencitos. Anorexia, bulimia y muerte, eso es lo que le sobreviene a uno cuando se obsesiona por meterse en una 34. Siempre acaba uno poseido por una mirada traicionera que exige quitar más kilos donde solo queda pellejo.

Habría mucha tela que cortar en este vacío mundo que fagocita con tanta facilidad a las personas, lo que no hay es tiempo. Algún día recalaré en el tema para exponer el abuso que cometemos con los animales para estar más bellos, por hacer desaparecer una arruga, por intentar borrar un tiempo que ya ha puesto en marcha el temporizador…

2 comentarios:

  1. El mayor problema en las pasarelas es el gran número de diseñadores gays( y no estoy en contra de los gays pero si de la manera de pensar de los diseñadores) que hacen ropa para cuerpos de chicos, de ahi que ni pechos tienen las modelos y las curvas de mujer ¿donde están? Me parece horroroso

    Yo nunca he seguido modas, he seguido todo aquello que a mi me sienta bien aunq hace años que no se lleve, yo me veo bien y punto

    El tema de la alimentación y el peso...pufff...me hermano ahora haciendo mucho ejercicio (camina a paso ligero un monton de km al dia) ha perdido cantidad de kilos y esta en los huesillos, ahora ha mejorado desde q es papi y no sale tanto, pues el médico le dice q aun tiene que bajar más de peso ......entonces ahora q hacemos nos quitamos los huesos?? en finn

    La sociedad está basada en el "parecer" aquello que uno no es, hay que luchar para ser gente genuina como nosotros, nada de copias de otros

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  2. Lo que pasa Yoli es que se ha declarado la guerra a las grasas, pero no porque puedan repercutir negativamente en la salud, simplemente porque no es estético. No es de cajón, las barbaridades que se cometen para erradicar grasas y arrugas. Que horrible sufrimiento debe el ser haberte puesto la cuenta atrás para luchar contra lo inevitable.

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