Hemos estado
jugando en una división para la que no teníamos la categoría. Hemos estado
viviendo en el mundo de la gominola, en el mundo del euro, codeándonos con los
más grandes. Pero eso se ha terminado y una nueva y atroz realidad se cierne,
desde hace tiempo, sobre España. La entrada en Europa se puede ver de diversas
formas. Una de ellas es que se abrieron los mercados, aboliendo las aduanas e
invitando a productos más competitivos de otros países a copar el mercado. Esto
significó la destrucción de una infinidad de negocios y pequeñas empresas que
no pudieron hacer frente a la competencia. Se solapó el desastre con una
incipiente industria de la construcción, que generó cientos de miles de
empleos, nos permitió crecer espectacularmente, y al final fue el origen de
nuestra ruina. Lo peor de todo es que valoramos cualquier solución menos la más
lógica. La posibilidad de abandonar el barco de Europa, y la razón es muy sencilla,
la Unión Europea se hunde como el Titanic y España, a estas alturas, no lleva
ni pasaje, va de polizón.
No podemos
seguir acatando las directrices de Europa porque el esfuerzo nos está
desangrando. Es el momento de ser realistas y sentarnos a meditar sobre el
futuro inmediato de España. La pérdida de soberanía que supone estar en Europa
nos hace débiles frente a los mercados internacionales. No podemos devaluar la
moneda, que habría significado un empobrecimiento del país, pero se hubiese
evitado toda esta sangría recaudatoria que está afectando gravemente a la
economía de España y principalmente al desempleo. Cada recorte, cada subida de
impuestos, deriva en un ciudadano con menor poder adquisitivo, con menor
capacidad de establecer relaciones comerciales que a su vez puedan crear nuevos
empleos.
Lejos de esto
tenemos que mantener el sistema financiero que nos ha traicionado y nos ha
dejado en esta situación. Y yo me pregunto… ¿por qué estamos sosteniendo a
dichas entidades financieras?, ellas no se preocupan por nosotros, de hecho
siguen embargando los pisos de aquellos que con un esfuerzo enorme y a través
de sus impuestos les están permitiendo sobrevivir. No tiene sentido alguno. Me
parece muy bien que Europa se obstine en mantener la banca española, es sabida
la deuda que las entidades financieras de nuestro país han contraído con los
bancos europeos durante el Boom Inmobiliario, me parece muy bien. Pero he de
recordar que los bancos son empresas privadas que no tienen más derecho que
nadie, o no deberían, y si no se intervino en el holocausto de autónomos que ha
habido, y sigue habiendo, durante estos años pasados, no veo razón para que se
intervenga con las entidades financieras. Llego más lejos, el autónomo que
quiebra tiene que asumir enteramente su desastre. Sin embargo los directivos,
consejeros y demás gerifaltes de bancos y cajas, no solo no han asumido ninguna
responsabilidad, sino que además se van con indemnizaciones multimillonarias
mientras la población española, con un esfuerzo inhumano, les va a pagar el
pufo. No nos equivoquemos, los intereses del rescate financiero lo pagaran los
españoles, los inmuebles que han embargado los bancos y que por el precio que
tienen no se pueden vender, el banco malo que llaman, van a pasar a ser
responsabilidad del Estado ¿Qué más se puede decir?
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