lunes, 10 de septiembre de 2012

Duras reflexiones



Hemos estado jugando en una división para la que no teníamos la categoría. Hemos estado viviendo en el mundo de la gominola, en el mundo del euro, codeándonos con los más grandes. Pero eso se ha terminado y una nueva y atroz realidad se cierne, desde hace tiempo, sobre España. La entrada en Europa se puede ver de diversas formas. Una de ellas es que se abrieron los mercados, aboliendo las aduanas e invitando a productos más competitivos de otros países a copar el mercado. Esto significó la destrucción de una infinidad de negocios y pequeñas empresas que no pudieron hacer frente a la competencia. Se solapó el desastre con una incipiente industria de la construcción, que generó cientos de miles de empleos, nos permitió crecer espectacularmente, y al final fue el origen de nuestra ruina. Lo peor de todo es que valoramos cualquier solución menos la más lógica. La posibilidad de abandonar el barco de Europa, y la razón es muy sencilla, la Unión Europea se hunde como el Titanic y España, a estas alturas, no lleva ni pasaje, va de polizón.

No podemos seguir acatando las directrices de Europa porque el esfuerzo nos está desangrando. Es el momento de ser realistas y sentarnos a meditar sobre el futuro inmediato de España. La pérdida de soberanía que supone estar en Europa nos hace débiles frente a los mercados internacionales. No podemos devaluar la moneda, que habría significado un empobrecimiento del país, pero se hubiese evitado toda esta sangría recaudatoria que está afectando gravemente a la economía de España y principalmente al desempleo. Cada recorte, cada subida de impuestos, deriva en un ciudadano con menor poder adquisitivo, con menor capacidad de establecer relaciones comerciales que a su vez puedan crear nuevos empleos.

Lejos de esto tenemos que mantener el sistema financiero que nos ha traicionado y nos ha dejado en esta situación. Y yo me pregunto… ¿por qué estamos sosteniendo a dichas entidades financieras?, ellas no se preocupan por nosotros, de hecho siguen embargando los pisos de aquellos que con un esfuerzo enorme y a través de sus impuestos les están permitiendo sobrevivir. No tiene sentido alguno. Me parece muy bien que Europa se obstine en mantener la banca española, es sabida la deuda que las entidades financieras de nuestro país han contraído con los bancos europeos durante el Boom Inmobiliario, me parece muy bien. Pero he de recordar que los bancos son empresas privadas que no tienen más derecho que nadie, o no deberían, y si no se intervino en el holocausto de autónomos que ha habido, y sigue habiendo, durante estos años pasados, no veo razón para que se intervenga con las entidades financieras. Llego más lejos, el autónomo que quiebra tiene que asumir enteramente su desastre. Sin embargo los directivos, consejeros y demás gerifaltes de bancos y cajas, no solo no han asumido ninguna responsabilidad, sino que además se van con indemnizaciones multimillonarias mientras la población española, con un esfuerzo inhumano, les va a pagar el pufo. No nos equivoquemos, los intereses del rescate financiero lo pagaran los españoles, los inmuebles que han embargado los bancos y que por el precio que tienen no se pueden vender, el banco malo que llaman, van a pasar a ser responsabilidad del Estado ¿Qué más se puede decir?

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