miércoles, 22 de febrero de 2012

Así me vine, así me fui


Esclavo de la noche, llegue  a caer,
en un indómito y maquiavélico amanecer,
cegador, pero no tanto, como para no observar
que prefiero ser ermitaño que un ser social

Hipocresía insana, que te hace creer
que tienes un significado,
sin explicarte para que

¿Qué es esto que me haces?
no estoy preparado para despertar,
y mucho menos, en este extraño lugar

No es lo mio deleitarme con color,
lo negro es hermoso, elegante y sinuoso,
todo, se ve igual, con ojos clarividentes
y es mucho más difícil aparentar

Dejadme seguir durmiendo,
pues es más hermosa mi pesadilla,
que vuestra triste realidad

Es mi cárcel de oro, mi destierro, mi verdad,
de donde vengo y quiero regresar,
del resto que me corresponde, mi parte regalo,
cójala pues, quien la quiera aguantar

¿Cómo se puede vivir con esa parquedad?
¿vivir tan apretujados  y sin respetar?
ni contigo ni sin ti puedo estar,
esa es vuestra única verdad

A mi mundo escapo, sin acritud,
pero no quiero participar del mal,
quiero ser íntegro, y además,
muestro respeto a mi salud mental

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