martes, 28 de agosto de 2012

La política de la gorgona


En una semana será realidad la subida de impuestos, y no sé cuántas llevan ya. Eso sí, en campaña se cansaron de prometer que no iba a haber subidas de impuestos. Promesa populista la que hicieron, que no cumplieron, y justifican el oprobio con la herencia del anterior Gobierno. ¡Vamos, no se lo creen ni ellos! Si al llegar al poder no sabían cómo estaban las cuentas reales del Estado por lo menos se lo tenían que imaginar. O estaban muy desenfocados de la realidad española o tenían claro que la promesa de no subir los impuestos tenía fecha de caducidad, 20 de noviembre del 2011. De todas formas no está de más recordar al Gobierno que la primera piedra de este edificio ruinoso, que es hoy España, la puso el señor José María Aznar.

La realidad que nos asola ya dejó de ser hace tiempo deprimente, ahora es desesperante. Solo se piensa en expoliar al pueblo para poder pagar al villano. La subida del IVA va a significar un nuevo retroceso en la economía, menos consumo porque los productos son más caros. Algunos comerciantes están buscando proveedores más económicos para evitar tener que subir los productos y se vean afectados por un descenso en la clientela. Esto significa que se bucarán proveedores en los mercados exteriores, mandando al paro a los proveedores nativos y a sus empleados. Se deteriorará, si cabe, más el producto nacional, por no poder competir con el que viene de afuera.

Por otro lado sigue presente el fantasma del rescate, yo personalmente lo doy por hecho. No les van a meter mano a la Iglesia, ni a los bancos, ni a las grandes fortunas, porque si se necesita dinero se pide un rescate y que pague el pueblo, que es medio bobo y aguanta toda barbaridad que se le pueda ocurrir al Ejecutivo. En esto último estoy de acuerdo con el Gobierno.

Debemos de dejar de mirar para otro lado y plantar cara, ya son demasiados abusos. Parafraseando a Nietzsche; no hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario