martes, 10 de julio de 2012

Realidades divergentes


Se ha dado un golpe sobre la mesa y Europa se ha parado a escuchar, una gran victoria política. España se ha salido con la suya. El rescate financiero es beneficioso y positivo para el futuro de España, además se ha conseguido en unas condiciones muy ventajosas. Con este dinero se van a sanear los bancos y van a empezar a dar créditos a porrillo a todo aquel que quiera constituir una empresa. Podremos llegar al millón de nuevos emprendedores que con el tiempo darán trabajo al resto de la población. España volverá a vivir esos tiempos gloriosos de comienzo de siglo. Todos seremos felices en la nueva España, un país idílico forjado gracias al sector financiero. Este es el mundo de la gominola que nos pretende hacer ver el Gobierno.

España está asfixiada y no hay dinero porque se le ha dado a los bancos. Ese dinero repartido es insuficiente, por lo que se pide un macrocrédito a Europa para que nuestro amigo el banco se recupere. Los intereses que va a generar ese macrocrédito lo pagará el sufrido contribuyente. No hay suficiente dinero por lo que hay que aplicar nuevos recortes y subidas de impuestos. Hay muchos desempleados, demasiados, y no hay expectativas serias de que esto cambie. Los índices de pobreza en España se han disparado, una situación alarmante para un país “desarrollado”. Las consecuencias de la política del Gobierno en el Parlamento Europeo se resumen en una pérdida de autonomía y una mayor injerencia de Europa en los asuntos internos de España; como nos han dejado dinero nos van a vigilar a conciencia. Este es país que percibo yo.  

Ya nos está empezando a salir caro el rescate financiero. Europa ha otorgado más poder para el Banco de España, bajo tutela del Banco Central Europeo, a costa del Gobierno. Perdemos autonomía y llegará un momento en el que las decisiones importantes no se tomen en Madrid.

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