No se va a comprar deuda pública. Si España necesita ayuda
que pida un rescate y page los intereses, pues para ello se están ampliando los
fondos destinados a rescatar economías maltrechas. Ese es el mensaje claro y
rotundo que se ha enviado desde Bruselas. El Gobierno ha hecho todo aquello que
se le ha pedido y obtiene un eurotortazo como respuesta. Ahora se dedica a
mendigar un poco de compasión entre los países integrantes de la Unión Europea
con el fin de hacer cambiar de postura a Bruselas.
Nos han tomado el pelo miserablemente. Habían dicho que
estas medidas que tomaba el Ejecutivo eran “duraz y dolorozaz pero nezezariaz
para zalir adelante”*, a pesar de tan extrañas palabras muchos entendimos el
mensaje. Nos apretaban el cinturón para evitar un rescate económico. Ahora nos
encontramos al borde de ese rescate, con Europa dándonos la espalda, la
economía más asfixiada que nunca y con tendencia al aumento del paro ¿De qué ha
servido todo esto? ¡De qué!
En Europa solo importaba que España salvara a las entidades
financieras, empresas privadas de las que no tenemos que sentirnos responsables,
todo lo contrario, son las principales culpables y encima las estamos salvando
de la quema con el esfuerzo colectivo que nos ha impuesto el Gobierno. Como
recompensa recibimos el espaldarazo europeo. Nos van a atrapar con un crédito
de dimensiones épicas que estaremos pagando durante generaciones. Es hora ya de
decir ¡basta!, ¡hasta aquí llegamos!
El Partido Popular ha incumplido cada una de las promesas
que ha realizado y encima nos ha dejado en el borde del precipicio. Lo lógico
es que si el rescate del Estado español se consuma, y todo apunta que así va a
ser, se tomen medidas drásticas. El Gobierno está desposeído de elegancia
suficiente para reconocer el error y dimitir, así pues habrá que “dimitirlos”. Los
únicos que pueden hacer tal cosa por medios pacíficos son los funcionarios con
una huelga indefinida que paralice el país, manteniendo los servicios mínimos en
sanidad. Son los funcionarios los llamados a acaudillar el movimiento
revolucionario que termine con este sistema en el que prima más el euro que la
persona. Hemos dado todo lo que nos han pedido, incluso por encima de nuestras
posibilidades, y lo único que han hecho es precipitarnos al abismo. Dos años de
intensa agonía que no han servido para nada. Es hora de cambiar la suerte de nuestro
país.
Aunque sea tarde, hagamos lo que hicieron en Islandia. A la
mierda con Europa, con el euro, con los bancos, con el Gobierno y con este
injusto sistema. Acabemos con la agonía, cojamos las riendas del Estado y trabajemos
juntos, pero esta vez que ese trabajo sea verdaderamente en beneficio del
pueblo español.
*“duraz y dolorozaz
pero nezezariaz para zalir adelante”= duras y dolorosas pero necesarias para
salir adelante.
Nota del autor: Extraño dialecto del
español utilizado por el presidente del Gobierno
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