Ayer, don Mariano nos anunció a todos los españoles que
las cuentas del 2012 no repercutirán en el consumo, dicho de otra manera, no
tiene previsto, o eso dice, subir los impuestos. Yo me hecho a temblar, la
última que dijo eso… A ver si por una
vez aboga por la sinceridad y se asoma a la realidad del pueblo que gobierna, cuya
situación no da más de sí.
En tres meses nos ha aplicado una serie de reformas que él
considera que son beneficiosas para la mayoría y sin embargo se ha convocado
una huelga general. Este hombre pasará a la historia, en tan solo tres meses,
como Mariano, el de las reformas de saldo. Pues don Mariano, sepa usted que su flagrante
paquete de medidas no se hace sentir, es más, ha empeorado la situación. Se ha
debido pensar que somos unos depravados y a mal garrotazo buena cara.
También nos ha explicado usted que respeta el derecho a
la huelga del 29-M, pero que esta medida no va a servir para solucionar el problema de
España. Lo que yo entiendo como que esto es lo que hay y si no te gusta te
aguantas. ¿No piensa usted pararse a hablar con los trabajadores? Ya sabemos
que apoya al pudiente, pero acuérdese de aquellos que le sentaron donde está
ahora, que son la mayoría de los españoles que votaron, el pueblo llano, ese que no tiene trabajo. En lugar
de eso ha vendido vilmente a los que todavía trabajan, que ahora puede ser despedidos con
total impunidad.
Dice usted que ha hecho tantas reformas que es normal que
la gente se moleste. Yo hasta ahora no he oído la menor queja de los
empresarios, es más, están encantados con las reformas que se han acometido en
pro de la mayoría, que es el trabajador ¿Cómo puede ser que se hagan reformas para beneficiar a la mayoría,
el trabajador, y sean aplaudidas por los empresarios?, suena grotesco.
Nada más que decir, siga usted por ese camino, total sus
adversarios tampoco son mejores. Cuando ya no quede más cara para recibir sus convenientes
y “reformeras ostias”, a ver quien le va a pagar el sueldo. Bueno, incluso en
eso tendrá suerte, alguno de los empresarios que hoy se frotan las manos por la
reforma laboral se apiadará de usted. Eso sí, ya pueden los empresarios buscar
mercados en el extranjero, porque aquí nadie podrá comprar sus productos.
Como veo que tiene porte de rey e incluso le confunden con uno, ya le
intitulo yo: Mariano I “El Reformero”
Nota para los que utilizan el traductor: Reformero es un palabro de corte despectivo que pretende
ser sinónimo de reformador.
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